Duda


Me estaba mirando; mucho más de lo que algún día me hubiese gustado y que había imaginado; unos inquisidores ojos. Demasiado. Demasiado para mí. Y como la valiente Alejandra, y mentirosa por cierto, sólo había conseguido esbozar una media sonrisa de lado, y afirmar con mis palabras la verdad que yo aseguraba, pero en el brillo de sus ojos y en la atención que jamás en esos 3 años de conocerle me había puesto me di cuenta que yo le interesaba, aunque debo de admitir que en ese momento no me asalto esa verdad. Le interesaba y la misma idea me gusto, sí, ser para él un poco importante, siquiera. Y hablando de verdades pretendidas, mi verdad, supongo. Le negué. Y su inquisidora mirada jamás me pareció más anhelante, me saco otra sonrisa debo agregar. Y lo peor era que absolutamente todos me observaban, ridícula verdad, ¿y cuál verdad era? Sus fisgones ojos me la preguntaban, y me hizo dudar, por un leve momento, pero mi distinguida razón respondió por mí, ¡ah razón, cuando haces acto de presencia te llego a querer de verdad!

"No. No. No." Eso dije...

Y las demás risas me dejaron quedar como una farsante. Mi verdad jamás le fue cierta. Y sus ojos me indagaron, sin creerme; encontraron todo. Yo, tan transparente, agua cristalina. Él podía leerme. Perfecto.

Su rostro por un breve lapso se robó mis pensamientos. Divagué. "No" volví a decir. Reí. Ah, gesto tan más delator.

Claro que no, ¿verdad?

Me hubiese encantado decirle como era, presumirle, pero seguramente el brillo de mis ojos le hubiese terminado de reafirmar los armoniosos engaños de aquel par de arpías. Orgullo mío...

Esperaba su despedida, nunca en la vida lo sentí más cercano y tan distante a la vez, ¿habría sido el tiempo acaso? Sí, pero mi cariño proseguía ahí, estoy segura. Intacto y anhelante. Con sus dos manos tomó mi rostro y besó mi frente y mejilla, se sintió tan bien, el tiempo se pudo haber atascado en este instante, tan sólo un poco. Me sentí especial, ligera. Había tanto cariño.

Se arruinó. "Ya dile y date una oportunidad", me dijo, o eso recuerdo. Fueron sus palabras las que quedaron hondas. ¿De verdad eso expresaban mis ojos? ¿Dónde quedaron sus bromas? Ah sí, ahora sólo eran para aquella extranjera.

Par de arpías con el encanto de desviar mi verdad.

"Gracias", les dije, irónica.

El anterior suceso asaltó mi mente. Durante todo el camino, debo agregar. Porque el que él me lo hubiese dicho, realmente me preocupaba, y sus miradas. Sus miradas. El que todos observen y tú no. Absolutamente nada. Miradas llenas de preocupación, anhelo. ¿Qué, por mi felicidad? Rodé los ojos; ridículas soplonas y traidoras. Par de arpías.

Apremiante, anhelante sensación. Vacía y queda. Arrinconándose y haciendo hogar. Hurgando y haciendo hueco. Desplomando mis castillos de mentiras verdaderas para el mundo. Jactándose de su nueva edificación; indagando y corrompiendo.

Sí, la eterna duda.


Bueno este relato tiene algún tiempo y también algún tiempo que ya lo quería subir pero no me decidía. Agradezco enormemente si han leído hasta y aún más si dejan un review con todo lo que quieran expresar ó criticar, eso ayuda.

Saludos y gracias :D