Capitulo 33

Dentro de unos días el matrimonio Mayers-Parker regresaba a su hogar, hacia un mes que estaban allí, y por más que toda la familia se avoco a pasar tiempo con ellos, también debían atender sus negocios.

-Llego a un arreglo con la justicia... Eso dice Levin... La junta de médicos extrañamente le quiere hacer otra evaluación psicológica a Gallager, saben que fallara en contra de Cortez y le dieron el caso a Levin...- dijo Lelé a su padre sentado en el estudio de Andrew.

-Hablare con Andrew para que hable con Levin, no podemos permitir un arreglo, menos que salga en libertad, ésta tarde nos reuniremos para que esa evaluación beneficie a Gallager.- respondió Theo firmando unos papeles.

-Y con Fred?, que haremos?.- preguntó Lelé a su padre.

-Está vigilado, de día y de noche, no está haciendo negocios...-

-Están planeando algo... Lo sé.- le respondió a su padre mirándolo.

-Estoy de acuerdo contigo y esa es tu investigación así que continúa con ella, pero no te ciegues, cuentas con todos no lo olvides.- le dijo Theo entregándole un papel. -llévale la caja con las pruebas a Levin y lleva a Jasón que en cualquier momento Andrew lo cuelga del techo.-

Lelé tomo el papel y salió hacia la sala de vídeo donde estaba la familia reunida, se acerco a Jasón que hablaba con Benjamín.

-Jasón, necesito que me ayudes con algo...- dijo al joven y luego miro a su primo. -en seguida te lo devuelvo.-

Salió hacia la puerta que daba a su casa y Jasón fue detrás de él.

-Ves esa caja?, llévala a mi auto...- pidió cuando entro pero fue directamente a su habitación.

Jasón suspiro aburrido de ser el cadete de todos, a pesar que estaba llevándose mejor con los Mayers, seguía siendo el único disponible para hacer todos los trámites. Tomo la caja mirándola, no era la que bajo del auto de Samuel hacia semanas atrás, le llamaba la atención la cantidad de papeles que iban y venían, cajas y más cajas. La dejo en el suelo junto al auto esperando a Lelé, vio a través del ventanal que daba al jardín a Matthew hablar con Andrew, eran ellos solos hablando allí, le llamaba la atención el señor Mayers padre, por momentos lo observaba serio, frío, helaba la sangre su mirada, fija sobre sus ojos, él se ponía nervioso cuando lo notaba, le daba la sensación que lo acechaba, podría decir que Andrew tenía mucho de Matthew pero definitivamente Mayers padre era un ser siniestro, nunca conoció a alguien así.

Lelé se acerco a él dándole un gran susto.

-Que?, pensaste que era un fantasma?, sube la caja al asiento de atrás y ven conmigo, hay que dejar esto en el juzgado.- dijo subiendo al auto.

Jasón subió la caja en el asiento trasero y subió al asiento del acompañante.

-Te puedo hacer una pregunta?.- pregunto Jasón cuando el auto comenzó a andar.

-Si.- respondió Lelé saliendo de la mansión.

-Porque llevan tantos papeles al juzgado?.- preguntó midiendo sus palabras.

-Ayudamos en algunas investigaciones, en realidad hacemos las investigaciones y luego le llevamos las pruebas a los fiscales o a los jueces.- respondió Lelé sin mirarlo.

-Vaya... O sea que hacen todo el trabajo, porque el juez después solo debe leer.- concluyo Jasón.

-Exactamente.- dijo Lelé observándolo, definitivamente Jasón era muy inocente o un completo idiota.

-Y porque lo hacen?.- pregunto éste.

-Porque la justicia es lenta, y hay que ayudarla a ser más rápida, especialmente si tiene que beneficiarnos, éstos son archivos de un caso especial, a un juez los Cortez le asesinaron el hijo de nueve años, y ahora a él lo quieren sacar aduciendo que no es apto para trabajar, sus casos están con otro juez, y como siempre sucede que las pruebas se pierden, en los casos que estén vinculados los Cortez los seguimos de cerca y aportamos pruebas, se las dejamos al juez esperando que haga su parte.-

Jasón lo miraba atento, no podía creer que ellos estuvieran ayudando a alguien de esa forma, si era como decía Lelé, ese hombre debía estar devastado.

-Pobre hombre.- susurro mirando al frente.

-Si, los Cortez no tienen códigos, para ellos matar a un niño es lo mismo que asesinar a un perro, nosotros nunca tocamos a los hijos de nuestros enemigos, la familia es un código que no se rompe, es verdad que a veces jugamos con los miedos de las personas, pero ninguno de nosotros pondrá una bala sobre un niño.- le dijo Lelé mirándolo por momentos.

Jasón sintió que había juzgado mal, aunque una parte de él gritaba que nada de lo que decía Lelé estaba bien, en ese nuevo mundo que conoció cuando cruzo la puerta de la mansión, ese lugar que aparentemente era frívolo y lleno de personas caprichosas, en realidad traslucía otro mundo, oculto en la normalidad de la cuidad, y ahora, con la verdad revelada ante él, los malos no eran tan malos, y los buenos no eran tan buenos.

Llegaron al juzgado y Lelé le pidió que lleve la caja, iban juntos hacia una oficina y cuando llegaron le entrego la caja al secretario del juez quien parecía conocer a Lelé, éste le entrego un papel y se retiraron.

De regreso a la mansión Lelé le hablo de los autos que llegarían pronto, realmente se notaba emocionado, más que Benjamín al cual mucho no le importaban los autos.

Andrew y su padre junto a la familia estaban listos para salir a almorzar, asique él los acompaño como de costumbre, esos días aunque tuviera la mirada de Andrew y Matthew Mayers sobre él todo el tiempo, podía estar abrazado a Benjamín todo lo que quería.

… … …

-El yoga es muy bueno, con Matthew dejamos de tomar café y hacemos yoga, fue muy beneficioso.- dijo Scott bebiendo un té en su local de comidas preferido, era el piso más alto de todo New York y Matthew se aseguró que ese local siguiera brindando los servicios que brindo desde que ellos se habían conocido y ahora era parte del imperio Mayers-Parker luego que él comparara todo el edificio.

-No me imagino al tío haciendo yoga...- dijo Annabella mirando a Matthew quien hablaba sobre algún negocio seguramente con Andrew.

-Si quiere seguirme el ritmo debe hacerlo...- comento Scott.

Annabella lo miro al igual que el resto.

-Hablas de...- susurro Avril observándolo.

-De sexo, o crees que esta sonrisa la dibujo un cirujano.- le respondió Scott sonriendo.

Annabella estaba abochornada, Avril y Samuel miraban a su abuelo con la boca abierta, y Lelé comenzó a reír, Benjamín se miro con Jasón que tenía una mueca extraña al igual que Sasha.

-Es... Esta frío el té...- dijo Annabella cambiando el tema nerviosamente y casi volcando su taza sobre la mesa, miraba a los mozos para que cambiaran la tetera.

Samuel sonrió pero no dijo nada, Benjamín miraba a su abuelo y río junto con Lelé.

-Aun tienen sexo con el abuelo?.- pregunto Avril por lo bajo a Scott.

-Avril!... Llama a un mesero que no viene...- pidió nerviosa Annabella.

Ésta la miro y a sus hermanos, se puso de pie y llamo al mozo, Lelé bebió de un trago lo que le quedaba en su taza mirando a Scott quien reía negando con la cabeza.

Jasón no podía creer lo que había escuchado, era un tanto perturbador.

Cuando Andrew y Matthew se acercaron notaron a todos extraños pero no preguntaron nada, esa tarde solo ambos matrimonios junto con Benjamín y Jasón salieron al parque, Samuel, Lelé fueron a atender un llamado de su tío mientras Avril y Sasha debían reunirse con Mannon y su gente para arreglar algunos negocios.

Lelé no podía dejar de pensar en lo que dijo Scott, sonrió al recordarlo y Samuel lo observa con una ceja alzada sentado junto a él en el auto.

-Que?.-

-Tus abuelos tienen sexo...- dijo riendo.

Samuel sonrió negado con la cabeza.

-Quien iba a decirlo.-

-Tiene como ochenta años... Como hacen?.- preguntó al aire Lelé.

-No quiero saber.- respondió Samuel.

-Es increíble.- susurro Lelé.

-Nosotros no necesitamos hacer yoga...-

-Por ahora no, si llegamos a esa edad seguramente.- respondió Lelé.

Samuel sonrió mirando por la ventanilla.

-Se aman... Hace más de cincuenta años que están juntos, y se aman como el primer día.-

Lelé lo observo y suspiro con una sonrisa.

-Si esa es la formula, tú y yo llegaremos juntos a esa edad.- le dijo sin mirarlo.

Fue Samuel quien lo observo con una sonrisa.

Llegaron a la mansión y Theo los esperaba para repasar la nueva lista de negocios que se iniciarían esa semana que comenzaba, aun así luego de una hora de revisar cada contrato, Samuel y Lelé fueron a la casa de éste para relajarse un momento y entre besos terminaron en la cama, con Lelé meciéndose sobre Samuel mientras hacían el amor, entre miradas profundas, besos, y caricias, viviendo el perfecto momento que podían disfrutar.

Cuando el mundo se redujo a los brazos del otro y la seguridad que eso implicaba, se quedaron dormidos, aunque el hambre despertó a Lelé una hora después, y decidió levantarse, desde que su papá se encontraba solo viviendo allí comía en la mansión, así que mucho más que algunas masas no había, la casa estaba calefaccionada ya que el otoño se hacía sentir, él se quedó en bóxer y se sentó en el sofá, vio los archivos de Fred Cortez, saco las fotos y las puso en el suelo en orden, también los mapas y las fichas, se sentó en el suelo comiendo las masas que su padre tenía en la alacena pensando que se le estaba escapando, algo le faltaba en el rompecabezas.

-Que haces?.- pregunto Samuel de pie en la sala mirándolo aun en bóxer también.

-Tenía hambre... Y estoy buscando respuestas.- dijo mirando las imágenes en el suelo.

Samuel estaba medio dormido pero entendía perfectamente que Lelé no dejaba de pensar ni un segundo en ese Cortez, se había obsesionado y hasta no encontrar lo que buscaba no estaría en paz. Tomo unas masas y se sentó en sofá comiendo, tiro su cabeza hacia atrás y luego fijo sus ojos en Lelé que comía y miraba los papeles en el suelo.

-El tío dice que no hay nada Lelé.-

-Si hay, solo no lo estoy viendo.- respondió éste.

Samuel se preguntaba como de estar haciendo el amor y luego abrazados, se encontraban en la sala, y Lelé sentado en el suelo y mirando fotos, observó por encima de él una imagen de un cadáver carbonizado e hizo una mueca, no había vistió las imágenes antes y con eso se le había retirado el apetito, también observo la imagen de un negocio, un taller mecánico, y una casa que se le hizo familiar.

-Donde es eso?.- pregunto acercándose e indicando con el dedo la imagen.

-Es donde Fred estaba hablando con una vecina del lugar.- respondió Lelé.

Samuel miro atentamente otra imagen de otra casa, definitivamente conocía ese lugar pero no recordaba de donde.

-Donde es?.- pregunto tomando la imagen y otra más que llamo su atención también.

-En los suburbios.- respondió Lelé mirándolo atento.

-Llévame.- pidió Samuel, algo de ese lugar le era muy familiar.

Se vistieron y salieron con el auto de Lelé, al llegar Samuel tomo las imágenes mirando el lugar, las casas y el taller mecánico.

-Porque el taller?.- preguntó a Lelé.

-Allí Fred hablo con un hombre que lo amenazo con una llave inglesa.- respondió Lelé mirándolo.

Samuel caminaba observando las casas, Lelé lo seguía detrás, camino una calle y se quedo mirando el lugar.

-Fred vino por aquí?.- le pregunto a Lelé fijando su vista en un lugar entre dos casas.

-No, detuvo su auto en la otra calle... Que sucede Sam?.-

-Sabes?, es muy extraño... Aquí encontré a Jasón...- le respondió mirándolo y luego señalo el suelo cerca de la acera. -Iván y yo íbamos a ver una propiedad, la que le quitamos a los gitanos y me lo encontré aquí, medio muerto...-

Lelé lo observo serio.

-Nadie más lo vio?.-

-No, no había gente en la calle... Había un incendio en la otra calle.- respondió señalando la calle contigua. -estaba entre dos autos, nadie lo vio...- Samuel miro a su primo y luego hacia donde estaba el taller mecánico. -recuerdo que Jasón tenia la ropa manchada de grasa, así que pudo haber trabajado allí.- dijo señalando el taller.

Ambos regresaron a esa calle y se detuvieron frente al taller, un hombre delgado salió limpiándose las manos con un trapo.

-Con ese discutió Fred.- susurro para que lo oyera Samuel.

-Hola!, necesitan algo?.- pregunto el sujeto.

-Si.- respondió Samuel caminando hacia él. -Me dijeron que podía tener repuestos para un Chevy del setenta y cinco.-

-Un Chevy?, vaya... Si tal vez, que necesita?.-

Samuel sonrió de la mejor manera.

-De todo un poco, está... Bastante maltrecho pero quiero reconstruirlo.-

-Ok, vengan.- el sujeto entro al taller y ellos detrás.

El lugar era pequeño, habían piezas de autos por doquier, el sujeto fue hacia una mesa y busco un cajón donde tenia de todo un poco.

Samuel se acerco mientras Lelé estudiaba el lugar, le llamo la atención unas fotos en la pared, especialmente una.

-Sam.- llamo quitando la foto y mirándola de cerca.

-Que hace?, deje eso!.- pidió de mala manera el sujeto.

Samuel se acerco a su primo y miro la foto, el desconcierto lo asalto igual que a Lelé.

-Es suya esta foto?.- pregunto Samuel al sujeto.

-Que le importa?.- respondió el hombre intentando quitársela.

-Por favor... Conoce a este joven?, sabe quién es?.- dijo señalando la imagen.

El sujeto los miro confundido.

-Conocen a Miguel?.- preguntó observándolos.

-Miguel?.- preguntó Lelé.

-Miguel Manzoni.- respondió el sujeto.

-Y ella quien es?.- pregunto Samuel señalando a una mujer en la foto.

-Alice, la madre de Miguel... No serán Cortez ustedes no?.-

Samuel y Lelé lo miraron fijamente.

-No, soy Samuel Mayers.-

Lelé hizo memoria y miro al hombre y a la foto.

-Alice... Es Alicia Cortez verdad?, ella está viva?.- pregunto Lelé.

-Si, es Alicia Cortez, pero murió, la asesinaron hace años, y su hijo Miguel desapareció... Ustedes saben dónde está?.- preguntó el hombre mirándolos.

-Si.- respondió Samuel. -Sé donde esta Miguel Cortez.-

Miro la imagen donde estaba el dueño del taller, Alicia Cortez, y Jasón sonriendo junto a ellos.