Capítulo 20

Avril untaba el pincel en la pintura rosa carne, y luego lo paso sobre los labios de Siena, con cuidado de no pasarse de los márgenes.

-Es muy oscuro.- dijo Lelé mirando atentamente el trabajo de su prima, sobre una estática Siena.

-Es perfecto, ella tiene las mejillas rosas, la hará más niña un rosa pálido.- susurro concentrada Avril, tomó distancia para ver su trabajo quedando satisfecha. -ves, Ben no me dejo ponerle el rojo, así que éste irá bien.-

-Ella es más conservadora que tú.- dijo Benjamín preparando un vestido color lila para Siena.

Avril sonrió ampliamente mirándola y tomando el lápiz delineador de labios.

Siena se había convertido en la muñeca de los tres, los últimos dos días estuvieron cambiando su look, probando vestidos, peinados, y maquillajes, ella solo se dejaba mansamente y a veces le agradaban mas unas cosas que otras, pero Benjamín era el más acertado y el que la leía, entendía y hablaba por ella.

Pero se sentía a gusto, los tres Mayers y Jasón notaban eso, de hecho dejo de llamarlo Miguel, y comenzó a llamarlo Jasón, evidentemente se sentía suficientemente confiada, también empezó a usar una chaqueta de colores estridentes o jeans ajustados, y en especial los vestidos sobre la rodilla, algo que para sorpresa de los Mayers, ella jamás uso.

Jasón acordó una vídeo llamada con su abuela, y Siena había amanecido hecha una bola de nervios, Avril la obligó a meterse en el jacuzzi y relajarse, luego la prepararían para la cita más esperada de su vida, algo en lo que aun estaban trabajando.

Mientras Jasón instruía a Daniel, o lo intentaba.

-Es importante, créeme. Yo pase por ésto, cuando llegue aquí me dieron ésto...- dijo levantando la carpeta. -y Sam me obligo a aprenderla de memoria, y me sirvió, a la hora de enfrentarme a ellos.-

Ambos se encontraban en la cocina, sentados en el sillón donde estaban las computadoras.

Daniel lo miraba entre la desconfianza y la intriga, algo que no paso desapercibido por Jasón.

-¿Te contaron como llegue aquí?.-

-Algo.- respondió mirándolo.

-¿Te contaron mi historia?, se que hablan de mi los muchachos.- preguntó Jasón, aunque no había molestia en él, sabía que entre sus compañeros o ex compañeros, hablaban de lo sucedido con él y los Cortez.

-Que hiciste algo muy riesgoso.- respondió Daniel.

-¿Riesgoso?, no, eso no fue riesgoso, mi cabeza estuvo en peligro cuando se me ocurrió presentarme como novio de Ben, ese día pensé que Andrew me arrancaría la cabeza, entre otras cosas... Ves ésto.- dijo mostrando la cicatriz entre sus cabellos, Daniel la observo algo asombrado. -me dispararon en la cabeza hace cinco años, no recuerdo nada, cuando desperté estaba en el hospital, los doctores pensaron que recordaría cuando pasara la conmoción pero no fue así, unos días después, apareció Sam, él me levanto de la calle y me llevo al hospital, no sabía nada de mí, pero con el tiempo, le agradecí que me salvara, y le dije que estaría en deuda con él... Sam fue bueno. Podría haberme dejado allí y ya, pero me ayudo a conseguir una identidad nueva, y me dio un trabajo y un lugar donde vivir, trabaje en el estacionamiento del club unos años, luego en la seguridad del club y un día Andrew me llamó, y me pidió que fuera... parte de la seguridad de Ben.- contó Jasón, omitiendo el detalle de ser su amigo. -aquí Ben me recibió como lo hizo contigo, y Sam me estaba encima con la carpetita está...- dijo levantando la misma. -...todo el tiempo recordándome que debía aprenderla de memoria, el trabajo que haces, lo hacía yo hasta hace unos meses, no era muy diferente a ti el trato que me dieron... Y me parecía exagerado... La paranoia que tenían... pero un día, cuando llevábamos con Arnold, que aun se está recuperando, a Ben a la academia, un auto nos envistió de lado, con tal fuerza que terminamos de dar tumbos a unos cincuenta metros de donde debíamos estar, yo estaba colgado por el cinturón de seguridad, Arnold tenía la pierna y el brazo desechos, me pidió que tome las armas, asique desabroche el cinturón, tome las armas, y cuando vi a Ben, él estaba inconsciente y colgado del cinturón, lo descolgué, y deje tendido en el techo, Ben no despertaba, y los vidrios sonaban, eran los impactos de balas, ellos... Ellos querían a Benjamín, y ahí me di cuenta de porque son tan paranoicos. Arnold me dijo que el único lugar que no estaba blindado era el fondo, y fue cuando escuchamos a uno de ellos subir al fondo del auto, que estaba hacia arriba en ese momento... Me puse sobre Ben para protegerlo... No lo pensé, no estaba enamorado de él en ese entonces, pero no podía dejar que se lo llevaran... Oímos disparos pero no eran de ellos, eran Theo y Sam con lo demás muchachos, ellos nos salvaron... La paranoia de ellos está fundada, los Cortez solo quieren destruir a los Mayers para quedarse con la ciudad, desde antes que naciéramos, incluso antes que naciera Andrew... Y un día Lelé y Sam, investigando otras cosas, descubrieron que yo era un Cortez, hijo de Alicia Cortez...- dijo sacando de su bolsillo su billetera, allí tenía la foto de su madre, y se la mostró. -ella estaba embarazada de mi cuando sus primos asesinaron a sus hermanos... la salvo Fred, primo de ella, él la saco y la llevo a una casa en los suburbios, le dio otro apellido, y allí crecí yo, no recuerdo nada de eso, un hombre que era amigo de mi madre y me vio crecer, me contó quien era, Miguel Manzoni...- Jasón se quedo pensando en todo lo que le contó a Daniel. -fue fuerte para mi saber quién era...- comento con la mirada perdida. -Matthew Mayers me invito a su casa y allí despeje muchas dudas, sabía que en algún momento Alejo me querría con él, y ese día llego, y yo fui Miguel Cortez, y se lo entregue a Andrew...- dijo mirándolo a los ojos. -Pero no a Leo, él es más difícil, él... Él asesino a mi madre, y siempre supo quién era yo, por eso me disparo, y sé que no quiere a Siena, pero le molesta que me la haya traído aquí, la querrá de nuevo... Y allí se terminara todo para él.-

Daniel lo miraba más comprensivamente. Entendiendo muchas cosas.

-No me vas a encontrar aquí.- dijo entregándole la carpeta. -porque nunca fui uno de ello, como tampoco lo es Siena.-

Daniel tomo la carpeta con ambas manos mirándola y luego a él.

-No la odies.- pidió Jasón.

-No la odio... Pero si a su padre.- respondió honestamente Daniel.

-Todos odiamos a Leo.- dijo Jasón. -y me alegro que no la odies, porque su seguridad está a cargo tuya ahora.-

-¿Que?.- preguntó Daniel sin entender.

-Eso, deberás instruirte con Sasha y yo te enseñare lo que aprendí, y te supervisare, Samuel también lo hará, pero no lo querrás encima tuyo...- dijo poniéndose de pie. -apréndelo de memoria... Luego hablaremos de la seguridad de mi prima.-

Jasón salió de la cocina pensando en el repaso de su vida, había vivido en dos meses, mucho más que en los cinco años desde que tenía memoria.

Subió las escaleras y se dirigió a la habitación de su prima, aun con ese pensamiento, y de cómo Benjamín y su familia lo estaba ayudando a sobrellevarlo.

Toco la puerta de la habitación de su prima y la voz de Benjamín lo invitó a pasar, ni bien entro quedo sorprendido de cómo estaba Siena, realmente la habían convertido en otra persona, ella vestía un vestido simple color lila, maquillada y con un peinado discreto, se veía muy hermosa.

-Emmm... Lamento interrumpir.- dijo mirándola.

-¿Que tal está?.- pregunto Benjamín orgulloso de su trabajo.

-Increíblemente hermosa.- respondió Jasón con una sonrisa.

Siena sonrió apenada y sonrojándose.

-Es una muñequita, su abuela la amara.- dijo Avril satisfecha con lo que veía.

-Podría ser modelo...- comento Lelé. -al menos probar... ¿Quién sabe?, tal vez te guste.-

Siena lo miro pero no respondió nada, no necesitaba hacerlo.

-¿Estas lista entonces?.- pregunto Jasón.

-Si.- respondió con voz suave Siena.

-Bien. Ya casi es la hora, ¿bajamos?.- pregunto a su prima.

Esta asintió con una sonrisa.

Benjamín estaba más que feliz, tomo la chaqueta con brillos que eligió para Siena y salió de la habitación junto a su hermana y Lelé, Jasón tomo la mano de Siena que parecía más calmada y salieron hacia la sala, en el estudio de Andrew, estaban esperando la conexión con Humberto, él era el encargado de la abuela de Siena y de su seguridad.

Luego de uno minutos eternos, Siena se coloco frente a la cámara de la notebook, esperando ansiosa, hasta que la imagen de una mujer mayor apareció en esta, mirándola con sus ojos acuosos.

-Hola.- susurro Siena.

Y la mujer del otro lado se tapó la boca llorando.

-Hola...- susurro esta. -eres igual a... A tu mamá, a mi pequeña... Hablas igual que ella...-

-¿Si?.- pregunto Siena con sus ojos llenos de lágrimas.

-Idéntica... Siena… Hermoso nombre… y dime, ¿que te gusta hacer?, tu mamá... Me dijeron que ella...-

-Mamá murió... Cuando tenía trece años... Dijeron que fue un accidente...- respondió, no tan convencida de ésto ultimo. -ella me hablo de ti... Pero no podía hablarte... No la dejaban...- explico Siena.

-¿Y tú?, ¿ahora como estas?, ¿sigues con esas personas que se la llevaron?.- pregunto la mujer.

-No, estoy con mi primo... Jasón.- respondió mirándolo, e invitándolo a que se acercara mientras Theo y Andrew miraban desde otro lugar del estudio.

-Hola.- saludo con una sonrisa amplia. -¿como esta?.-

-Hola... Tu... ¿Eres su primo?.- pregunto la mujer un tanto perdida.

-Si, y Siena está viviendo conmigo y la familia de mi novio. Pero pronto estará con usted, para que se pongan al día y disfruten por todo lo que no pudieron hacerlo.- le respondió sin perder su sonrisa.

-Gracias... por ayudarla.- dijo la señora.

-Siena es importante para mí, me aseguraré que esté con usted lo antes posible...- miro a Theo que le hizo una seña con la cabeza para salir del estudio. -las dejare hablar a solas, un placer conocerla señora.- dijo a la pantalla.

-Es mío el placer.- respondió ella.

Apretó la mano de Siena y salió del estudio junto a Theo y a Andrew.

-Hay que preparar la casa para que estén cómodas.- dijo Andrew caminando hacia la cocina.

-Ya estoy en eso.- respondió Theo.

-¿Y su seguridad?.- pregunto nuevamente Andrew.

-Daniel se hará cargo.- respondió Jasón.

Andrew se detuvo y miro a Jasón serio.

-¿Daniel?, es un niño, no sabe cargar un arma.- dijo Andrew.

-Si sabe, y Sasha lo está entrenando, y yo le estoy ayudando.- respondió Jasón.

Andy miro a Theo quien hizo un gesto de aprobación.

-Que Nox tenga su gente preparada en Miami.- dijo y siguió camino a la cocina.

Jasón suspiro, al parecer su suegro estaba tomándolo mas enserio, dio media vuelta y fue a la sala de video, allí lo esperaba su novio.

Andrew entro a la cocina y tomo un dulce de una canasta, Theo tomo una fruta y le quito el dulce entregándole la misma.

-No me jodas.- Andrew quiso quitarle el dulce pero Theo no lo dejo.

-Le diré a Anna. No puedes comer dulces.- le dijo éste último.

-¿Te paga aparte o lo haces a donorem?, eso de alcahuete.-

Theo lo miro mal.

-Me paga aparte.- respondió éste.

Andrew se giro para buscar otro dulce pero Antoine había guardado la canasta, lo miro sorprendido y éste le sonrió.

-¿Desea un café?.- preguntó con su mejor sonrisa.

Andy iba a responderle de otra manera pero se contuvo.

-Si.- respondió finalmente, ponerse en contra a Antoine no era algo inteligente.

Se sentó en la mesa mientras Theo guardaba el dulce en el bolsillo de su pantalón y él le dio una mordida a la manzana de mala gana.

… … …

-Le pedí a papá ir y me dijo que si va Iván si.- dijo Benjamín acariciando la nariz de Jasón.

Éste le sonrió mirando sus labios, se acercó a él para besarlo suavemente.

Se encontraban sentados en un sillón de la sala de vídeo, Avril y Lelé estaban en otro mirando algo en el celular de Lelé.

-Entonces...- susurro Jasón besándolo nuevamente. -termina con la video llamada y vamos a ese local de ropa.- dijo mirándolo con devoción.

-Es una casa de ventas, exponen el trabajo de Peter Corney, es... Un lugar sagrado...- explicó Benjamín besándolo nuevamente.

-Mmmmh... Te gusta mucho ese... ¿Su trabajo?.- pregunto Jasón mirándolo.

-Si, cuando lo veas, sabrás de lo que hablo. Admiro su trabajo, es increíble... Cuando mamá lo contrato para que colabore con nosotros, con nuestra firma, hizo magia... Mamá quería que trabajara permanentemente con nosotros, pero él tenía otros planes y pues, el mundo lo adora.-

-Y tú también.- dijo sonriendo de lado.

-Yo te adoro a ti...- dijo besándolo. -sólo a ti.-

Jasón sonrió y volvió a besarlo.

Siena apareció luego de una hora de vídeo llamada con su abuela, tenía una amplia sonrisa, esa era una buena señal.

Una hora después se encontraban caminando por el salón principal del local Corney, mirando los nuevos diseños, Benjamín iba tomado de la mano de Jasón pero sus ojos estaban en cada diseño que veía, volando entre las telas, soñando.

Lelé iba tomado del brazo de Siena, quien estaba sorprendida de lo que veía, y él también, eran diseños únicos, con telas especiales.

Dieron varias vueltas por los salones, y luego regresaron a la mansión, allí Lelé le saco varias fotos a Siena con prendas que compraron en la casa Corney, también a Benjamín y el mismo Lelé, posaron para la cámara con varios cambios de ropa, Jasón se saco fotos con ellos, especialmente con Siena, sonriendo, disfrutando de ese momento, como le había prometido a su prima.

Pocos días después, Siena debía partir hacia Miami, un avión privado la llevaría, con ella viajaba Daniel, éste había cambiado bastante su postura hacia ella, le hablaba y era más simpático, algo que agradeció Jasón, no quería que Siena se sintiera sola, el viaje seria largo, no sólo por el trayecto, sino por la nueva vida que comenzaba.

-¿Tienes la notebook y la tablet nueva?.- pregunto Benjamín guardando una chaqueta en una maleta.

-Si.- respondió Siena guardando las camisas en otra maleta.

Anna entro mirándolos a ambos con una ceja alzada.

-¿Estas ayudándole con la maleta?.- preguntó ésta.

-Si.- respondió Benjamín.

-Que extraño, porque tus maletas las hago siempre yo.- le dijo Anna sacando más ropa del armario de Siena.

-Yo sé hacer maletas, va todo doblado adentro.- respondió Benjamín.

-Es un bollo eso Benjamín.- lo reprendió Anna al ver lo que estaba haciendo. -dóblalo, así como hace ella.- pidió indicado con la mano. -¿quien hizo las maletas cuando volvieron de la isla, Jasón?.-

-El abuelo Scott me ayudo.- respondió Ben mirando como hacia Siena para guardar su ropa en la maleta.

Anna negó con la cabeza.

-¿Tienes todo lo que necesitas, querida?.- pregunto Anna.

-Si, ya solo queda ésto.- respondió la joven.

-¿Estas nerviosa no?.- preguntó Anna acercándose a ella.

-Un poco.- respondió Siena mirándola.

Anna la abrazo por lo hombros para reconfortarla.

-Todo saldrá bien, tu abuela te espera, ¿hablaste con ella esta mañana no?.-

-Si, estaba ansiosa, dijo que la casa era hermosa y grande.- respondió Siena. -gracias, por todo lo han hecho por mí, por recibirme aquí y por todo.-

-No me agradezcas, fue un placer y espero que podamos tenerte aquí de nuevo pronto, además, en algún momento viajaremos a Miami, y nos veremos allá, pero te extrañaremos, especialmente tu Chello, fue una delicia escucharte.- dijo Anna.

Siena sonrió agradecida, había tocado el violoncello varias veces para los Mayers y para ella misma, sin ninguna presión, y había sido el momento más lindo.

-Estas inscripta en la academia más cercana, así no perderás tus clases, y aunque no puedas estar en el concierto para navidad aquí, podrás estar allá con tu abuela y tocar para ella, estoy segura que será la mejor navidad de todas.- dijo Anna sonriéndole.

Siena esperaba que así fuera, estaba nerviosa pero con mucha felicidad. Deseaba esto mucho.

Jasón entro observando todo.

-Ya está cargado tu celular nuevo, lo configure y agende mi numero y el de los Mayers, también el de Lelé y el de Ben.- dijo entregándole el nuevo dispositivo.

-Gracias.- dijo ella tomándolo y guardándolo en su cartera nueva.

-¿Estas casi lista no?.- pregunto Jasón.

-Si.- respondió Siena.

Anna tomo del brazo a Ben, éste no entendía que sucedía.

-Los dejaremos solos.- dijo antes de salir de la habitación con Benjamín a su lado.

Jasón se sentó en el borde de la cama y Siena junto a él, saco una caja y se la entregó.

-Es para ti.-

Ella la abrió encontrando un colgante con su nombre grabado en plata y oro.

-Brilla como tú ahora.- le dijo Jasón.

-Gracias.- dijo ella con sus ojos cristalinos.

-No hay nada que agradecer, eres mi prima favorita, ya te lo dije.- respondió él.

-¿Te veré de nuevo pronto?.- pregunto Siena.

-Espero, no creo que sea antes de navidad, viajaremos con la familia de Ben a Francia, no conozco Francia.- respondió Jasón.

-Yo tampoco.- comento ella.

-Bien, pues cuando podamos, viajaremos a Miami, Benjamín quiere conocer la casa de Versace...- Jasón giro sus ojos. -y yo quiero conocer a tu abuela.-

-Te extrañare.- dijo ella.

Jasón la abrazo con fuerza.

-Yo también.- se separó un poco de ella mirándola a los ojos. -pero te espera una gran vida Siena.- Jasón le sonrió ampliamente y miro el colgante entre las manos de su prima. -te ayudo con eso.-

Siena se lo entrego y se giro, Jasón se lo colocó en el cuello y lo abrocho, ella se miro en el espejo frente a la cama sonriente.

-Es hermoso.-

-Te pareces mucho a tu mamá, ella estaría feliz de verte así.- dijo Jasón mirándola en el reflejo del espejo.

-Lo sé.-

Siena se giro y lo abrazo nuevamente.

Ben apareció por la puerta mirándolos con una sonrisa.

-Ya hay que terminar de guardar todo, en una hora salimos hacia el aeropuerto.-

-Ok, entonces terminemos de empacar.- dijo Jasón poniéndose de pie.

Los tres terminaron de armar las maletas, Siena miraba todo y antes de salir de la habitación, tomo su Violoncello y sonrió, llego allí con un morral y su instrumento, con miedos que la paralizaban, y ahora se iba de allí con voz propia y cinco maletas de ropa.

Cerró la puerta y bajo las escaleras, allí la despidieron Lelé, Andrew, Theo y Avril. Anna y Benjamín junto a Jasón la acompañaban al aeropuerto, Daniel iría con ella a Miami y allí se quedaría.

Fueron en autos de los empleados, sin custodia, para no llamar la atención, al llegar al aeropuerto, Anna la despidió con un abrazo maternal, Benjamín también la abrazo fuerte, al igual que Jasón, éste último le dio instrucciones a Daniel y lo despidió también, con el pedido que cuidara de su prima, él prometió que lo haría.

Siena subió al Jet privado con una sonrisa, Jasón se quedó tranquilo, ella iba rumbo a su felicidad.